¿Por qué te sientes cansada todo el tiempo? (aunque hagas “todo bien”)
¿Te ha pasado que haces ejercicio, comes sano, duermes lo mejor que puedes… pero igual te sientes agotada?
No estás sola. Este tipo de fatiga afecta tu energía día a día y es cada vez más común en mujeres profesionales, madres y emprendedoras.
Y muchas veces no tiene que ver con lo que haces mal, sino con lo que tu cuerpo está intentando compensar silenciosamente. Este tipo de fatiga afecta no solo tu estado de ánimo, sino también tu enfoque, tu motivación y tu energía física y mental diaria.
Aquí te explico 8 factores clave que pueden estar drenando tu energía sin que lo notes, y cómo puedes empezar a revertirlos desde hoy.
1. Estrés crónico: una de las causas más comunes de fatiga femenina
El exceso de carga mental, autoexigencia y multitarea genera un estado de alerta constante que sobrecarga tu sistema nervioso y desregula tus hormonas del estrés (como el cortisol), con un efecto que se extiende a otros sistemas.
Y no es solo estrés emocional: el cuerpo lo vive como una sobrecarga fisiológica constante. El cortisol sostenido interfiere con el sueño, la glucosa, la tiroides… Y ese “modo alerta”, drena tu energía constantemente.
🔋 Qué puedes hacer: pausas activas cada 90 minutos, menos multitarea (trabajo en bloques), conectar con otras personas, descanso real (offline).
2. Deshidratación: ¿Tomas suficiente agua? eso también drena tu energía
Una pérdida del 1–2 % de hidratación ya impacta la concentración, estado de ánimo y nivel energía. Y muchas veces llegas ahí sin darte cuenta. La sed no siempre es un buen indicador. Cuando la notas, ya hay deshidratación leve. (1)
🔋 Sugerencia: lleva contigo una botella y bebe regularmente, incluso antes de sentir sed. Esto ayuda a prevenir la fatiga física y mental.
3. Picos de glucosa: sabotean tu energía sin que lo notes
Cuando tu alimentación está basada en azúcar, harinas refinadas o alimentos ultraprocesados, tu cuerpo vive en una montaña rusa de glucosa → insulina → caída → antojo → más fatiga. Esto promueve inflamación sistémica, un enemigo silencioso que compromete la energía y la salud (a mediano y largo plazo). Este patrón de picos y caídas energéticas favorece también la niebla mental y el deseo constante de snacks. (2)
🔋 Qué funciona: alimentos íntegros, ricos en fibra, grasas saludables y proteína. Estos ayudan a estabilizar tu energía y estado de ánimo. Considerar dietas anti‑inflamatorias que estabilizan glucosa, hormonas y niveles de energía.
4. Deficiencia de micronutrientes que tu cuerpo necesita para tener más energía
La falta de hierro, magnesio, vitamina D, complejo B y zinc compromete la producción de energía celular y función hormonal. Estas deficiencias son frecuentes en mujeres con menstruaciones abundantes, dietas restrictivas o estrés crónico. (3)
🔋 Tip: considera análisis de laboratorio y prioriza alimentos densos en estos y otros nutrientes (vegetales verdes, huevos, pescado, semillas). Usa suplementos en caso necesario, luego de consultar a tu médico.
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5. Sueño deficiente: elemento clave de tu energía
Cualquier alteración en el ciclo circadiano y fisiología del sueño (incluyendo la producción de melatonina), ya sea por café, estrés o pantallas, impacta tu descanso nocturno y crea una deuda de sueño, que se acumula. El sueño fragmentado, corto o interrumpido no repara tu cuerpo ni tu cerebro como debería. (4)
🔋 Recomendación: rutina relajante + entorno propicio (oscuro, fresco, sin pantallas). Pausar antes de dormir mejora el descanso.
6. Sistema nervioso desregulado (“modo supervivencia”)
El sistema nervioso es el “centro de comando” de muchas funciones energéticas.Tu sistema de alerta (simpático) está diseñado para estresores graves, no para una vida incesantemente ajetreada. Este sistema inhibe funciones esenciales como la digestión, la reparación celular y el sueño profundo. Consume tus recursos y energía.
🔋 Estrategia: prácticas de mindfulness, micro‑descansos, contacto social positivo, tiempo en la naturaleza, y otras acciones que te recargan y ayudan a regular tu sistema nervioso.
7. Fatiga por decisiones: ladrón silencioso de energía diaria
Tomar miles de microdecisiones al día (qué comer, qué responder, qué ropa ponerte hoy, cómo resolver en casa y en el trabajo) drena tu energía cognitiva y emocional. Este fenómeno, llamado fatiga por decisiones, reduce tu capacidad de elegir lo mejor para ti (y aumenta el deseo de compensar con azúcar, café o pantallas).
🔋 Consejo: simplifica tu entorno y reduce el número de decisiones pequeñas automatizando lo básico (comidas, ropa, tareas) con con menús semanales, rutina estable, planificar por adelantado. Menos decisiones = más energía.
8. Transiciones hormonales + condiciones no diagnosticadas
Entre los 35 y 55 años, muchas mujeres empiezan a experimentar cambios sutiles (o no tanto) en sus niveles de progesterona, estrógenos, testosterona, cortisol, tiroides y sensibilidad a la insulina.
Estos cambios pueden causar una variedad de síntomas que incluyen agotamiento, niebla mental, ansiedad, entre otros. Y muchas veces no se detectan con un simple examen de rutina. Es común que los síntomas comiencen años antes de la menopausia. Por eso muchas mujeres no los relacionan con cambios hormonales.
Condiciones como resistencia a la insulina, hipotiroidismo sub-clínico, síndrome premenstrual exacerbado o disfunción adrenal leve también pueden estar detrás de ese cansancio que no mejora, aunque «hagas todo bien».
Entonces ¿Cómo recuperar tu energía sin complicarte más la vida?
Empieza por dejar de exigirle más a un cuerpo que necesita que lo escuches y trabajes con él. Lo que sigue es ajustar tus estrategias a tus necesidades y circunstancias.
Si sientes que estás haciendo “todo bien” pero tu energía no mejora, quizá la clave no está en hacer más, sino en hacer lo esencial, mejor. Y para eso creé una masterclass.
En mi Masterclass on-demand «Optimiza tu Energía y Equilibra tus Hormonas» te guío paso a paso para descubir qué está pasando en tu cuerpo y cómo tener más energía, equilibrar tus hormonas y sentirte mejor cada día con estrategias sostenibles, claras y realistas, pensadas para mujeres ocupadas como tú, que quieren cuidarse sin complicarse la vida.
Incluye un Workbook poderoso para implementar los cambios desde el primer día.
Es tiempo de dejar el agotamiento atrás y empezar a sentirte con más vitalidad, enfoque y bienestar.