Ni Descuido, Ni Obsesión ¿Cómo encontrar el Equilibrio?
Todos en algún momento, intentamos hacer cambios para cuidar nuestra salud, vernos y sentirnos mejor. A veces la vida se nos complica y caemos en el descuido; pero a veces dedicamos demasiada atención a esa búsqueda y caemos en la obsesión. Para vivir en bienestar integral, hay que buscar el equilibrio.
Para mi ese equilibrio no se trata de descuidarse el 50% del tiempo y obsesionarse el otro 50%, sino de hacer lo mejor que podemos para atender las diferentes áreas de nuestro bienestar en forma consciente, de manera que podamos disfrutar nuestras actividades, ser productivos en el trabajo y crecer/envejecer sanos.
¿Qué pasa cuando caemos en el Descuido?
Cuando no establecemos prioridades, no prestamos atención a las señales de nuestro cuerpo/mente (nos hablan todos los días) o nos enfocamos en un solo aspecto de la vida (trabajo/carrera, estudios, maternidad/paternidad, etc.), dejamos de cuidarnos adecuadamente y perdemos el equilibrio. La consecuencia es que, inconscientemente, creamos hábitos negativos que nos roban energía y nos enferman.
Nuestro estilo de vida es un determinante de salud, enfermedad y muerte prematura. Se construye con las decisiones que tomamos cada día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos.
Decisiones como: trabajar sin parar para comer, quedarte horas viendo tele en lugar de hacer ejercicio, comer comida rápida todos los días en lugar de comidas caseras saludables, beber alcohol para «relajarte» todos los días en lugar de buscar otra forma de manejar el estrés; cuando se repiten constantemente deterioran la salud y calidad de vida.
¿Cuándo surge la Obsesión?
La mala alimentación, inactividad física, mal manejo del estrés, entre otros, se asocian a enfermedades crónicas y aunque podemos considerarlos el problema principal, no son el único problema relacionado a nuestros hábitos de estilo de vida. La obsesión por lo “saludable”, el «cuerpo perfecto», «toxin free», etc. se ha hecho cada vez más común y llevada al extremo también tiene sus consecuencias negativas.
Cuando pasas desproporcionadamente mucho tiempo y energía pensando en lo que puedes comer o no, cuantos minutos de ejercicio o cuántos kilómetros lograste, cuántas libras subiste o bajaste cada día, si todos tus productos están libres de toxinas (sin claridad de lo que eso significa) y esperas controlar esto constantemente, hasta el punto que te genera estrés o incomodidad en tu rutina diaria, también te encuentras en desequilibrio. Cuando nos obsesionamos por estos temas:
- Desarrollamos una mala relación con la comida y nuestro cuerpo.
- Corremos el riesgo de deteriorar nuestra autoestima y relaciones interpersonales.
- Desatendemos otras áreas de nuestra vida que también son importantes.
¿Qué es la Ortorexia?
Este es un término acuñado por el Dr. Steven Bratman en 1997, refiriéndose a la obsesión por la dieta saludable; pero aún no ha sido incluido como diagnóstico clínico, en el DSM-5. (1)
La ortorexia nerviosa es un comportamiento obsesivo caracterizado por una excesiva preocupación por la alimentación saludable. Se trata de una obsesión patológica por la nutrición correcta, incluyendo una aversión estricta de alimentos considerados como impuros o no saludables. A diferencia de la anorexia nervosa, el enfoque no es tanto la cantidad de comida sino la calidad. (2, 3).
Aunque parece estar motivada por la salud, el tema de fondo es una compulsión por tener completo control. La persona siente mucha culpa y se odia a si misma, si se desvía de la norma.
Aunque la ortorexia no tiene criterios diagnósticos oficiales, algunas de las señales comunes incluyen: (4)
- Temor intenso a la comida «no saludable» que lleva a evitarlas a toda costa.
- Incapacidad para desviarse del regimen estricto de alimentación sin sentir gran ansiedad.
- Eliminar grupos completos de alimentos de la dieta sin tener una razón médica, religiosa, cultural o ética para ello (todos los carbohidratos, todas las grasas, etc.)
- Interés inusual o actitud excesivamente crítica hacia los hábitos de alimentación de otras personas.
- Evitar actividades sociales para no exponerse a alimentos considerados «no saludables».
- Experimentar malnutrición o demasiada pérdida de peso asociada a las restricciones excesivas en la dieta.
Quiero aclarar que comer saludablemente no es malo, al contrario, ¡Es muy importante! Lo malo es dejar que la necesidad de controlar cada detalle se apodere de tu vida y perder el equilibrio.
Si tu o alguien que conoces está experimentando un desequilibrio como este, por favor no duden en buscar apoyo de un profesional de salud idóneo.
¿Cómo encontrar el Equilibrio?
Wellness es la búsqueda del bienestar integral. Es un proceso dinámico donde no hay juicios, pueden haber tropiezos y podemos aprender de ellos. Se trata de hacer lo mejor posible, en forma consciente y constante.
Cuando sientas que algo no anda bien en tu estilo de vida, sea descuido o restricción excesiva, hazte las siguientes preguntas:
- ¿Cómo me siento?
- ¿Cómo me quiero sentir?
- ¿Qué tengo que hacer para sentirme así?
- ¿Qué herramientas tengo para lograrlo?
- ¿Qué herramientas necesito?
- ¿Cuál será mi primer paso?
Cuando respondes estas preguntas, te encuentras en una buena posición para mejorar tu alimentación, actividad física, descanso, recreación, relaciones, etc. sin caer en extremos peligrosos.
¿Alguna ves has sentido que tu preocupación por la dieta/ejercicio/apariencia te roba del disfrute de la vida? o por el contrario ¿Sientes que has descuidado tu salud por completo? Cuéntame abajo en los comentarios.
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