Cómo prepararte para tu cirugía: 5 Claves para una Recuperación más Rápida y Efectiva

Preparación para cirugía y recuperación rápida - Blog de Dra. Graciela Dixon

Cómo Prepararte para tu Cirugía: 5 Claves para una Recuperación más Rápida y Efectiva

Pasos simples y efectivos en preparación para cirugía, que te permitirán cuidar tu cuerpo y mente, reducir riesgos y acelerar tu recuperación.

¿Tienes una cirugía pronto? Lo que hagas antes y después del procedimiento puede marcar una gran diferencia en tu recuperación. No se trata solo de la habilidad del cirujano o de la condición que van a tratar, sino también de cómo te prepares para el proceso. La preparación para cirugía es de gran importancia.

En este artículo, te comparto las estrategias que realmente me funcionaron, junto con 5 recomendaciones basadas en evidencia para que llegues al quirófano en tu mejor estado y hagas que la recuperación sea más llevadera.

Si no me hubiera preparado física y mentalmente antes de mi primera cirugía el año pasado, mi recuperación habría sido más lenta, mis hábitos se habrían visto afectados y no habría estado lista para enfrentar los desafíos del resto del año, incluyendo una segunda cirugía.

Hoy, ocho semanas después, puedo decir con certeza: valió la pena el esfuerzo.

 

¿Cómo me preparé antes de mis cirugías?

 

1. Hacer muchas preguntas e investigar. 

Entender el proceso me dio mucha tranquilidad, aunque esto puede variar según la personalidad de cada quien. Para algunas personas, recibir demasiada información puede generar más ansiedad y resultar contraproducente. Aun así, creo que tomar decisiones informadas requiere hacer preguntas y comprender las implicaciones del procedimiento. Al final, es tu cuerpo, tu derecho y tu responsabilidad elegir lo que sea mejor para ti.

2. Entrenamiento con enfoque en las áreas de mi interés. 

Fue clave en mi primera cirugía, así que para la segunda tenía claro que mantener mi entrenamiento de resistencia (de intensidad moderada) sería fundamental. Lo cumplí hasta el último día.

Utilicé una app que me permitió personalizar los entrenamientos según mis necesidades y áreas vulnerables, evitando posibles complicaciones. Opté por un programa que combinaba ejercicios con peso corporal y kettlebells, enfocándome en fortalecer las zonas que menos podría utilizar durante la recuperación, como el abdomen y los pectorales.

Incluso la mañana de la histerectomía (programada para la tarde) entrené, aunque de forma más suave debido al ayuno y siempre con la aprobación de mi médico. Más allá del acondicionamiento físico, esta parte de mi preparación para cirugía la hice para minimizar la ansiedad y mantener en buen estado mi circulación, endorfinas y bienestar general.

El ejercicio cardiovascular lo incorporé como calentamiento antes de cada sesión de resistencia.

3. Suplementación 

Incluí omega 3 y NAC (N-acetilcisteína) hasta la fecha indicada para suspenderlos antes de la cirugía (tu médico te orientará sobre qué y cuándo suspender). Algunos suplementos y medicamentos pueden aumentar el riesgo de sangrado durante el procedimiento. Más sobre la N-acetilcisteína en otro artículo.

4. Terapia 

Reflexionamos sobre lo que significa para una mujer perder el útero, ya sea que haya tenido hijos o no. En mi caso, pude despedirme de él de una manera que no fue demasiado dolorosa emocionalmente. Contar con la orientación de una psicóloga fue clave para atravesar este proceso de forma más tranquila y consciente.

5. Planificación de temas administrativos del hogar y familia. 

Saber que las cosas quedan en orden me quitó una preocupación y me permitió enfocarme en sanar. Me aseguré de conversar con mi hija para que supiera qué esperar y entendiera por qué no la podría cargar por un tiempo.

Los ajustes que necesites hacer dependerán del tipo de procedimiento y de tu estado de salud general. Mi recomendación no es seguir exactamente lo que hice, sino que hables con tu médico para determinar qué es lo más adecuado para ti.

Teniendo en cuenta que las cirugías desencadenan una serie de respuestas inflamatorias, inmunológicas, metabólicas y de estrés, existen estrategias basadas en evidencia que podemos implementar para reducir complicaciones y acelerar la recuperación. A continuación hay 5 destacadas.

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Preparación para Cirugía ¿Qué puedes hacer?

 

1. Ajustes alimentarios

Tu alimentación juega un papel fundamental antes (y después) de una cirugía. Estos son algunos puntos clave: (1, 2, 3, 4, 5)

  • Consumir suficientes proteínas y vegetales: prioriza alimentos ricos en proteínas (pollo, pescado, huevos, quinoa, semillas de cáñamo, spirulina, entre otros), ya que son esenciales para la reparación de tejidos y la correcta cicatrización, además de favorecer la síntesis de células de defensa. Las frutas y verduras de colores aportan antioxidantes y micronutrientes como zinc, vitamina C y vitamina D, clave para el proceso de recuperación.
  • Evitar alimentos pro-inflamatorios: reduce el consumo de azúcares, harinas refinadas, embutidos y otros alimentos ultraprocesados. Esto ayudará a disminuir la inflamación antes de la cirugía y a preparar tu cuerpo de la mejor manera posible.
  • Hidratación: beber suficiente agua en las semanas previas, para tener un buen estado de hidratación, antes del ayuno pre-operatorio.
  • Consulta con tu médico: si tomas suplementos o sigues una dieta especial, asegúrate de discutirlo con tu médico para evitar interacciones o complicaciones.
  • Respeta las instrucciones de ayuno prequirúrgico: cumplir con el ayuno recomendado es fundamental para evitar complicaciones, como la aspiración. Si tienes dudas sobre qué alimentos consumir o hasta qué hora puedes comer y beber, consulta a tu médico para obtener las pautas precisas.

 

2. Actividad física

Mantenerte activa, dentro de tus posibilidades, es clave antes de una cirugía: (6, 7, 8)

  • Ejercicio regular: realizar ejercicios cardiovasculares y/o de resistencia fortalece tu sistema cardiovascular y muscular, lo que puede acelerar tu recuperación, reducir el tiempo de hospitalización y disminuir el riesgo de complicaciones.
  • Consulta a tu médico: antes de modificar cualquier aspecto de tu rutina de ejercicio, asegúrate de que sea seguro y adecuado para tu situación clínica.

 

3. Manejo del estrés

El estrés o la ansiedad pre-quirúrgicos pueden impactar tanto tu salud física como mental. La ansiedad antes de la cirugía, por ejemplo, puede interferir con la respuesta a la anestesia y aumentar el dolor postoperatorio. Para manejarlo, considera lo siguiente: (9, 10,11)

  • Practicar mindfulness, meditación, respiración profunda o visualización guiada puede reducir el estrés, disminuir pensamientos negativos y mejorar la experiencia quirúrgica  (12, 13, 14)
  • Journaling: escribir en un diario te permite gestionar emociones y reducir el estrés.
  • Apoyo emocional: hablar con amigos, familiares o un profesional puede ayudarte a regular tus emociones.
  • Planificación: organizar trámites, el cuidado de mi hija y compras con semanas de antelación me dio mucha tranquilidad en la preparación para cirugía.

 

4. Haz preguntas y aboga por ti

La comunicación con tu equipo médico es esencial. Algunas preguntas clave incluyen:

  • ¿Cuáles son mis cuidados pre y postquirúrgicos?
  • ¿Hay instrucciones sobre alimentación, medicamentos o actividad física?
  • ¿Qué puedo esperar durante la recuperación? ¿Cuánto tiempo tomará?
  • ¿Qué señales de alarma debo tener en cuenta después de la cirugía?
  • ¿Qué hacer si tengo dudas o problemas después de la cirugía?

Una comunicación clara te ayudará a tomar decisiones informadas. Si lo consideras necesario, no dudes en pedir una segunda opinión. Recuerda, tienes derecho a sentirte segura y bien informada.

 

5. Prepara tu entorno y soporte

Un entorno cómodo y un buen sistema de apoyo son clave para una recuperación exitosa:

  • Organiza tu hogar: asegúrate de tener a mano lo esencial (comida preparada, ropa cómoda, medicamentos).
  • Pide ayuda: cuenta con el apoyo de familiares o amigos, considerando tus limitaciones (movimiento reducido, no levantar objetos pesados, etc.).

 

IMPORTANTE: Fumar retrasa la cicatrización, aumenta el riesgo de infecciones y limita la función pulmonar, por tanto es importante en la preparación para cirugía. Dejar de fumar antes de la cirugía reduce significativamente las complicaciones. (15, 16)

 

¿Y Cómo me cuido después de la cirugía?

  1. Sigue las indicaciones de tu cirujano: las recomendaciones post-quirúrgicas varían según el tipo de procedimiento y otros factores individuales.
  2. Movilización temprana: levantarte y caminar cuando sea seguro reduce el riesgo de coágulos, infecciones pulmonares y pérdida de masa muscular. (17, 18)
  3. Hidratación adecuada y manejo del estreñimiento: mantente hidratada y aliméntate para evitar el estreñimiento y favorecer la recuperación. (19, 20)
  4. Cuidado del sitio quirúrgico y control de infecciones: sigue las instrucciones para el cuidado de la herida, lávate bien las manos y monitorea posibles signos de infección, como fiebre, enrojecimiento o secreciones anómalas. (21, 22)

 

Mensaje final

Prepararte para una cirugía va más allá del procedimiento. Es una oportunidad para priorizar tu salud física y mental, establecer un plan sólido y contar con el apoyo necesario. Sigue estas recomendaciones y recuerda que cada paso cuenta para una recuperación más rápida y efectiva.

✍️ ¿Tienes alguna pregunta o experiencia que quieras compartir? Déjala en los comentarios. Y si conoces a alguien que esté a punto de someterse a una cirugía, comparte este artículo para ayudarles a prepararse mejor.

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Dra. Graciela Dixon

Médico • Habit Strategist Bienestar en el Trabajo

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